Fue uno de los principales rostros del mundo judicial durante los primeros años del nuevo siglo. Gloria Ana Chevesich era constantemente buscada por las cámaras y los micrófonos mientras recorría los pasillos del Palacio de Tribunales durante un convulsionado 2003. ¿El motivo? Su participación como la principal jueza investigadora del denominado caso MOP-Gate.
Chevesich había llegado a la Corte de Apelaciones de Santiago en 2002, y al año siguiente tomó uno de los casos judiciales ligado a la política más importantes del último tiempo.
Fue el 21 de enero del 2003 cuando el Pleno de la Corte Suprema la designó como ministra investigadora del caso Mop-Gate, en el que se destaparon sobresueldos a funcionarios del Ministerio de Obras Públicas y el que terminó con el exjefe de dicha cartera, Carlos Cruz, condenado por fraude al Fisco.
Este hecho dificultó, en parte, su llegada a la Suprema. Pero cuando el Presidente Sebastián Piñera propuso su nombre en 2013, la magistrada necesitaba ser ratificada por dos tercios del Senado, es decir, por 25 votos. Finalmente fue confirmada en el cupo por 26 votos a favor, cinco en contra y cinco abstenciones.
Entre los motivos dados a conocer por quienes rechazaban su llegada, la senadora socialista Isabel Allende argumentó que “el respecto irrestricto de los jueces a las normas básicas de derechos humanos deben ser requisito para integrar la Suprema”.
La defensa ante el Congreso
No obstante, fue durante la época del Mop-Gate que Chevesich comenzó a forjar su fama. En esta época también se ganó el apodo de “jueza de hierro”, debido a los procesamientos que dictó contra personeros de gobierno, como en el caso de Cruz.
Es ese mismo estilo el que, aseguran sus cercanos, ha ido cultivando durante los últimos años. Riguroso y de bajo perfil. Mismo estilo que motivó al presidente electo de la Corte Suprema, Guillermo Silva, a proponerla como nueva vocera del tribunal, en reemplazo del renunciado Lamberto Cisternas.
Dicho perfil también se vio reflejado en las últimas semanas. El pasado 27 de noviembre -en medio de la discusión sobre rebaja a remuneraciones a funcionarios públicos- el diputado Jorge Alessandri (UDI) afirmó que “ayer vinieron cuatro ministros de la Corte Suprema a este parlamento partieron del mismo edificio en calle Compañía, vinieron todos a este Congreso a la misma hora y se devolvieron juntos a calle Compañía, ¿En cuántos autos creen que se movieron estos ministros? ¿Creen que compartieron, que se vinieron de a dos? No, señores: cuatro vehículos de la Corte Suprema salieron a la misma hora, pagaron los dos peajes cada uno, conducido por un conductor, y volvieron a la misma hora”.
“En realidad, íbamos en dos vehículos y no en cuatro, entonces no logro entender de adónde el diputado Alessandri sacó aquella aseveración de que andábamos en cuatro vehículos, dando entender que estábamos gastando el patrimonio fiscal. ¡En realidad es increíble! Aquella aseveración tan repetidamente en el hemiciclo de la Cámara”, afirmó la propia ministra al ser consultada por la afirmación del parlamentario. Una intervención que fue muy bien evaluada en el mundo judicial.
¿Chevesich 2026?
Una de las discusiones sociales del último tiempo tiene que ver con la participación de mujeres en cargos de poder. Tal es el caso de la presidencia de la Corte Suprema, cargo que solo ha tenido a hombres desde su creación. No obstante, es la propia Chevesich la que estaría rompiendo los esquemas.
De hecho, con su nombramiento como vocera, la ministra se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo desde su creación en 2007. A pesar que en algunas ocasiones había ejercido el cargo, lo realizó en calidad de subrogante.
No es el único cargo en el que Chevesich podría ser pionera en cuanto a la participación de mujeres. Si la designación del presidente del máximo tribunal continúa con la tradición -misma que permitió la elección de Silva el pasado 18 de diciembre- de mantener a la cabeza del tribunal al ministro de más antigüedad, Chevesich se podría convertir en la primera presidenta de la Suprema durante 2026.
En su debut, eso sí, Chevesich fue precisa. Al ser consultada sobre su rol, señaló que “la Corte Suprema ha adoptado una política comunicacional de puertas abiertas y por lo tanto hay que cumplir aquello, independiente del contexto actual que está viviendo el país, la Corte Suprema debe llevar a cabo esa política”.
Fuente: LaTercera.com